Páginas

lunes, 3 de marzo de 2014

Chispa

¿No os llama la atención el hecho de ir por la estación de tren o metro y encontrar la gente al lado de los enchufes cargando el móvil? El problema no es sólo la necesidad impetuosa que tenemos de estar conectados las 24h del día, ni que las baterías de los móviles cada día duren menos sobre todo si utilizamos internet. El problema, es que se está convirtiendo en una droga, en una necesidad, que nos impide ver el mundo e interactuar con él.


No estoy diciendo que impida que nos comuniquemos con los demás, al contrario es una posibilidad de estar al lado o hablando con quien realmente queremos hablar, pero, no es tan necesario, es curioso ver como a veces están grupos de amigos y está cada uno atento a su móvil, entonces... ¿para qué quedan? ¿para estar juntos pero no hablarse? para eso es mejor no perder el tiempo en el transporte.

Yo soy una de las primeras que está atenta al teléfono, pero no cuando estoy compartiendo mi tiempo con los demás, por eso pido que miréis a vuestro al rededor, siempre puede haber alguien nuevo que conocer, alguien que necesite nuestra ayuda para bajar o subir un escalón o simplemente, ahí está la ciudad y la naturaleza, el mundo, esperando a que os dignéis a prestarle atención a mirarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario