El ser humano parece muy fuerte
por fuera, o eso intentamos aparentar o queremos creer, la coraza que ponemos
en nuestro exterior en realidad es frágil, como una botella de agua que se
pincha y tiene una pequeña fuga por un lado, de repente todo nuestro interior
sale a relucir.
La cuestión es si somos tan frágiles
porqué nos empeñamos a dar una imagen de entereza de fuerza física y anímica,
será que así convencemos a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro de que en
realidad estamos bien, hasta que llega el siguiente pinchazo.
Quizá la solución sea esta, para
seguir siendo fuertes y no vivir en la miseria en la melancolía o en la
lamentación, puede que levantarnos pueda darnos mas posibilidades de volver a
caer, pero también nos da la fuerza para subir a lo más alto y hacer lo
imposible por recuperarnos, por reflejar en nosotros mismos y en los demás la
fortaleza, el optimismo que necesitamos para seguir avanzando.
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